Ciencia ficción en la Literatura Universal

¿Quién no conoce la literatura de ciencia ficción?

La ciencia ficción es un género derivado de la literatura de ficción, enlazada al género fantástico, donde tienen cabida los avances de las nuevas tecnologías. Estas narraciones imaginarias pueden ser verosímiles en tanto que hallamos rasgos de realidad introducidas en un mundo más avanzado y tecnológico, es decir, se nos presenta un escenario narrativo que podrá ser posible, hipotéticamente, en un futuro (lejano o no) según haya evolucionado la ciencia.

Este término, tan conocido actualmente, fue acuñado a principios del siglo XX por el escritor luxemburgués  Hugo Gernsback, considerado padre de la ciencia ficción, junto a los novelistas George Wells y Julio Verne.

Muchos de los escritores más famosos han considerado la ciencia ficción como un subgénero de la literatura fantástica, en la cual ocurren sucesos pseudorracionales. Por su parte, también proponen la novela de  Mary Shelley, Frankestein, como pionera de este nuevo género que comienza a surgir a finales del siglo XIX y principios del XX. El tema principal de esta obra trataría sobre la creación de un monstruo por parte del científico Víctor Frankestein. Otra obra modélica, precursora de este nuevo género, sería la novela El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde, de Louis Stevenson, donde otro famoso científico se propone sujeto de sus propios experimentos, creando, de esta manera, una doble personalidad en su misma persona. Por último, Julio Verne, más cercano en la línea temporal a la actualidad, publicó su novela Veinte mil leguas de viaje submarino, utilizando las mismas características que los autores anteriormente mencionados: el avance de la ciencia para conseguir sus propósitos.

Efectivamente, durante esta etapa en la que se observó un interés por esta mezcla de géneros que acabó formando la ciencia ficción, la humanidad creyó tener la clave de la vida, es decir, dominar la naturaleza con sus propias manos gracias a las nuevas tecnologías descubiertas. Por estos tiempos se descubrieron las vacunas que alargarían la vida, crearon el automóvil o el telégrafo, por ejemplo.

Más adelante, el novelista George Wells, cofundador del actual género, aportó elementos e información que hasta entonces no tenían cabida en la mente de la sociedad. Con sus obras como La máquina del tiempo o La guerra de los mundos, George Wells nos enlaza la ficción con las aventuras más remotas, en las que predominan, principalmente, los temas críticos hacia el avance tan desmesurado de la ciencia. Obtuvo una visión bastante aceptable sobre lo que ocurriría en un futuro, ya que muchos de los experimentos se irían de las manos del creador. Tendríamos un ejemplo cinematográfico sobre un posible futuro adverso en Yo, robot.

Ya en la década de los años 50, estos rasgos comunes que comenzaron a observarse en multitud de obras se unieron para consolidar lo que actualmente denominamos literatura de ciencia ficción.

Si hemos comentado al principio que este tipo de literatura se origina de la fantástica, ¿en qué se diferenciaría de ella? En ambos casos se habla de sucesos sobrenaturales, ya sean siniestros o maravillosos. Sin embargo, en el caso de la literatura fantástica, las ocurrencias no serían verosímiles, mientras que la ciencia ficción sí, es decir, en esta última, el autor intenta convencernos de la historia con una explicación racional.


¿Qué podríamos, entonces, concretar ante esta información? Nuestros antepasados creyeron que la realidad podría ser moldeable por el ser humano sin determinar que llegaríamos a un punto en el que la ciencia acabaría por dominarnos. La humanidad está tranquila ante tales suposiciones, las cuales son, ciertamente, imposibles de que sucedieran (o no). Pero, ¿no cabe la pequeña duda de que el avance tecnológico se nos va de las manos? ¿No podemos llegar a pensar que la ciencia se está utilizando de manera negativa en muchas ocasiones, en vez de acomodar la vida de la sociedad? Me gustaría pensar que el género de ciencia ficción es simplemente eso: una literatura que, basada en la realidad, imagina lo que podría suceder, con la mera intención de crítica, y no como una visión futura de lo que realmente nos ocurrirá.  

Lara Evems

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